Reina Republicana acaba de publicar un segundo trabajo en el que despierta nuevas inquietudes y continúa avanzando en un pop generoso y sin prejuicios.
Qué: Disco (edita Limbo Starr)
Con paso largo, una zancada de gigante que más bien es un salto, Reina Republicana avanza con pie seguro con El despertar, un disco ambicioso, ecléctico y estiloso que es una pequeña joya. Quedan lejos aquellos comienzos en los que la banda de Pamplona fue finalista de concursos como grupo revelación en el programa de radio Disco Grande o el festival Contempopránea, que les llevó a fichar con Limbo Starr hace un par de temporadas. Ahora, con este nuevo trabajo, el quinteto quiere ofrecer algo más: un sonido en el que caben desde ese noise pop con el que empezó, a referencias que van de la electrónica a lo Broadcast, al dream pop o el kraut –estilo que se deja notar en Mikoyan, donde recuerda especialmente a Stereolab. La voz de Maite Rodríguez parece más nítida, más pura en los diez cortes que forman un álbum en el que se cuelan las colaboraciones vocales de Sebas Puente, de Tachenko y Manu Ferrón, de Grupo de Expertos Solynieve.