Las dominicanas Anabel y Cristabel Acevedo se lanzan a la piscina de una nueva línea expresiva, con la eficaz complicidad de Rachel Rojas y bajo un paraguas de confección propia, Pulcra Records. Andan «tripiando», que es gerundio.
Qué: Disco (Pulcra Records)
Las jovencísimas y gemelísimas Anabel y Cristabel Acevedo llevan tres años largos dándole una vuelta al folk caribeño con su proyecto acústico, identificado por el apellido que comparten y las raíces quisqueyanas que tanto las enorgullecen. En ese tiempo han actuado, coproducido, inventado discos colaborativos y despertado tantas simpatías como sanas envidias.
Esto último es lo que suele suceder al común de los mortales cuando se topa con algo excepcional que, por si fuera poco, luce revestido de sencillez. Mula es el vehículo electrónico de una forma de ver la vida, plasmada en expresión artística con la pulcritud que exuda su propio sello discográfico. Esta vez tienen a bordo a Rachel Rojas, la encargada de dar las pinceladas oscuras y nueva cohesión a las historias que enhebran las hermanas.
Guariko Guakia, Gymboi, Playa, Customized Boyfriend, Marinero (baño de campo en ducha tipo escocesa, de la que pega micronizada y horizontal: un merengue apambichao con subwoofer) y así hasta diez gotas de rocío diseñadas para rellenar los ceños fruncidos de los escépticos. Mula, además, parece imposible de emular: nótese si no la consonancia de las desinencias en los nombres de las tres integrantes. Voilà!
