Para conmemorar sus quince años de trayectoria consagrados al periodismo musical, el portal brasileño Scream & Yell produjo un álbum ejemplar: dieciséis canciones de grupos y solistas iberoamericanos cuidadosamente interpretadas por artistas locales contemporáneos.
Qué: Disco (edita Scream & Yell)
Lo primero que sorprende es la audacia de la idea: Somos todos latinos reúne el nada despreciable número de dieciséis canciones iberoamericanas para ponerlas en manos de grupos brasileños emergentes. Pero la idea se solidifica con el repertorio: salvo quizás alguna que otra excepción –la osada versión de La maza, el clásico continental de Silvio Rodríguez; Té para tres, uno de los hits más emocionales de Soda Stéreo; Todas las hojas son del viento, clásico inoxidable de Luis Alberto Spinetta recreado con la vibración justa–, los temas escogidos responden a una búsqueda que hizo más hincapié en la identidad que en aquellas melodías que todo el mundo (latino) conoce. La edad del cielo, en la voz de Vivian Benford eleva a la composición de Jorge Drexler a otra dimensión; De nosotros dos, esa joya oculta de Eduardo Mateo, aparece reconvertida en un himno de ultratumba a cargo de Juliana R.; entre otros también aparece El fantasma, ese fresco de época grabado originalmente por los argentinos Árbol y repintado aquí por André L. R. Mendes; una extraña versión de Projeto Ccoma de La ruta del tentempié, de Charly García; Dé Palmeira interpretando en portugués a Franny Glass y su El campo en ciudad y el trío Bob Shut haciendo lo propio con Ver en la oscuridad, tema de la época en que Xoel López se hacía llamar Deluxe. Como un diamante con luz propia brilla Más o menos bien, tal vez la pieza más sorprendente del disco, que convierte a la canción de los argentinos El Mató a un Policía Motorizado en una pieza pastoral firmada por Beto Só. Sin lugar a dudas un gran trabajo –con mejor resultado– de la gente del portal Scream & Yell.
