Gracia Querejeta, que vuelve a contar con la complicidad de Maribel Verdú frente a la cámara y Antonio Mercero en el guión, propone un drama lleno de humor negro que retrata fielmente un abanico de miserias humanas en el entorno cotidiano.
Qué: Película (estreno en España)
Lo más terrible de las reuniones que implican a amigos y familiares es el recuento de éxitos, fracasos, penas y alegrías. Sí, también alegrías, como poderosos motores del mal nacional de España: la envidia. Elia (Maribel Verdú) hace un anuncio muy especial en la fiesta de sus cuarenta años, celebrada en una lujosa casa rural: le han tocado 140 millones de euros en el bote continental de la lotería. De ahí en adelante, la ponzoña empieza a meterse bajo la piel de todos los presentes, y los vuelcos de actitud se suceden de manera inapelable. El muestrario de personalidades es completo: los ex novios cuarentones, con recién llegada resplandeciente a la vera de él para disgusto de la primera ella, la pareja de convivencia ruinosa que ve en el dinero una vía de escape definitiva, el millonario imbécil, el pringao harto de su condición perdedora, la resentida con la sociedad… Mercero y Querejeta juegan hábilmente al ajedrez con las subtramas, con guiños al esquema francés de la reunión tensa entre maduros cosmopolitas (Cena de amigos, Pequeñas mentiras sin importancia, El nombre); aprovechan al máximo el histrionismo de su gran elenco, en el que brillan especialmente Nora Navas (ya estaba magnífica en Pa negre) los que nunca fallan (Eduard Fernández y Antonio de la Torre) y una Maribel Verdú poderosa, que vive en el último lustro la mejor etapa de su carrera profesional.