La cartelera brasileña estrenó el filme póstumo del polifacético Eduardo Coutinho. Quien fuera actor, guionista, periodista y productor, es un nombre imprescindible en el renglón latinoamericano del documental.
Qué: Película (estreno en Brasil)
Últimas conversas fue el último trabajo del hiperactivo Eduardo Coutinho. En él trabajaba cuando la muerte le sorprendió a sus lúcidos 81 años, con treinta y dos horas de grabación y un cuaderno de anotaciones. Ése bloc fue la batuta que siguió su productor, João Moreira Salles, para terminar el filme; mientras que su cómplice en la edición desde 1999, Jordana Berg, fue la montadora. Ambos asumieron el reto para cerrar una obra de homenaje al maestro.
Coutinho, el documentalista de las personas corrientes, deja un filme póstumo que retrata la adolescencia brasileña de hoy, con sus sueños, pensamientos y vivencias. Hasta el último de sus días, el paulista se sirvió de la ética como mejor herramienta para acercarse al otro, siempre con cuidado de no caer en la complacencia. Casi un sociólogo de imágenes.
Últimas conversas es también una excusa para revisar al genio. Y así lo harán algunas ciudades brasileñas, programando retrospectivas que incluyen lo más interesante de su filmografía como director. Es decir, casi todo. Su ciudad natal ofrecerá doce títulos finalizados entre 1984 y 2014: Cabra marcado para morrer, Santo Forte, Babilônia 2000, Edifício Master, Peões, O fim e o princípio, Jogo de cena, As canções, A família de Elizabeth Teixeira, los mediometrajes Santa Marta, duas semanas no morro y Boca de lixo y el corto Sobreviventes de Galileia.