Más de ciento veinte documentales, doce secciones, once días, ocho sedes, dos ciudades, un festival. La cita del documental en Ecuador abrió el telón de su edición número catorce con el oscarizado Citizenfour de Laura Poitras precedido de las palabras del refugiado Edward Snowden.
Qué: Festival internacional de cine documental
Cuándo: Del 20 al 31 de mayo en Quito y del 25 de mayo al 13 de junio en Guayaquil
Dónde: Quito y Guayaquil (Ecuador)
Con la cuidada curaduría que le caracteriza, el miércoles 20 arrancó el certamen del otro cine. De mucho y buen otro cine. Hasta el próximo 31 de mayo, el público de Quito y Guayaquil tendrá la apasionante y difícil tarea de elegir qué títulos ver entre las más de un centenar de propuestas documentales.
Las debilidades de la educación se presentan en la sección «En la escuela pueden suceder muchas cosas». Entre ellos, la lucha estudiantil chilena en El vals de los inútiles, de Edison Cájas y el homenaje a estudiantes desaparecidos en la Argentina dictatorial en El futuro es nuestro, de Ernesto Ardito y Virna Molina. «Poéticas etnográficas» exhibe, entre otros, el premiado trabajo Branco sai, preto fica, del brasileño Adirley Queirós, el inquietante El silencio de las moscas, del venezolano Eliezer Arias y el trotamundos Eco de la montaña, del mexicano Nicolás Echevarría.
El vals de los inútiles – Tráiler
En la incondicional «Como nos ven, cómo nos vemos», el público se descubre en once miradas que retratan el Ecuador actual desde dentro y desde fuera. Entre las propuestas locales, Pocho Álvarez introduce la resistencia popular y la destrucción del tejido social en Javier con I, Intag; Mauricio Samaniego aporta en Alfaro Vive Carajo una narración coral intramuros sobre aquel grupo guerrillero de los 70 y Tomás Astudillo ofrece la visión interna de la tercera campaña del Presidente Correa en Instantes de campaña.
La otra fija es «Ancho y ajeno», una selección de cintas que plasman el conflictivo mundo de hoy. ReMine, del español Marcos M. Merino, narra la lucha minera en la crisis capitalista actual y Carta a un padre, del argentino Edgardo Cozarinsky construye con retazos discontinuos la memoria de la inmigración judía del Siglo XIX. En este retrato del mundo también hay propuestas colectivas: Propaganda, del colectivo MAFI, ofrece varias visiones valientes y personales de la postcampaña política chilena; mientras que Multitudes brinda seis miradas de directores uruguayos que registran, a su manera, eventos multitudinarios de la República charrúa.
Branco sai. Preto fica – Tráiler
Y hay más: impulsos creativos diversos en la categoría «¿Cómo oler una rosa?» –que incluye La sal de la tierra, el retrato de Sebastião Salgado realizado por su hijo Juliano junto a Win Wenders–; acercamientos al poder en «Ciudadanos, alienígenas, testigos»; órdagos a las nociones de sexo, género y cuerpo en «Adán, Eva y l@s otr@s»; un homenaje al nuevo cine documental puertorriqueño en «Puerto Rico es un país latinoamericano»; revisiones del pasado en «El dilema de la historia y la imagen de archivo» y una retrospectiva del documentalista estadounidense Alan Berliner. Y no sólo es ver en el certamen que se erige referente en Latinoamérica: el ya tradicional Coloquio de Cine Documental analiza las poéticas etnográficas y los usos creativos del archivo, mientras que el EDOCLab fortalece nueve proyectos documentales andinos.
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