Andrés Ospina tiene una relación indisoluble con Bogotá. Y Chapinero, su nueva novela, es la prueba de ello. Una vez más el autor hace de cronista de la capital colombiana a través de un retrato del legendario barrio que da nombre a su obra más reciente.
Qué: Libro (edita Laguna)
Para Bogotá, el nombre de Andrés Ospina remite a alguien que necesita a la ciudad y que la ciudad necesita. Su obra no puede desprenderse de la referencia a la capital colombiana, bien sea como cronista, novelista o periodista. Su trabajo en radio, televisión, Internet y prensa escrita le ha permitido explorarla y escudriñar a sus personajes e historias.
Su fascinación por ella le llevó a presentar su nueva novela, Chapinero, en la que hace un retrato del legendario barrio capitalino en el que ha transcurrido la vida del pintor Lorenzo Heredia. Acosado por deudas y ante la desesperación por conseguir dinero, debe desprenderse de un tesoro familiar. Pero para no perder el último esfuerzo de tener una vida miserablemente digna, debe conocer la historia de aquel objeto que –supone– es valioso, pero que tiene que demostrar porqué. Mientras busca las pistas que pueden ayudarle a valorarlo, se entrelazan más historias en el mismo barrio, pero en diferentes épocas.
Así, es posible investigar cómo a este lugar que fuera una hacienda, fueron llegando personajes que a través del trabajo, el estudio y la empresa labraron su historia. Allí sobreviven costumbres propias de una sociedad y una ciudad que, siendo ya el Siglo XXI, todavía se escuda en títulos, herencias, trabas burocráticas, amiguísimos y abolengos. Esta referencia a un glorioso pasado sirve para presentarnos además a Higinio, Salvador, Antón y Tania, personajes que han vivido en el barrio en diferentes momentos desde el Siglo XVII hasta el XX.
Con este libro, Ospina reitera aquello de mostrar lo local para ser global. Porque a fin de cuentas quien habita un lugar y logra utilizarlo como materia creativa como lo hace este escritor, hace que quien lo traduzca no puede guiarse ni fiarse de lo obvio; tendría que estar un tiempo en la ciudad para comprenderla. Y en ello, Ospina sigue ganando.