La dominicana de Salt (o la catalana de sangre quisqueyana: también vale) acumula ya dos décadas de brega, abriendo camino en el rap ibérico. Su séptimo trabajo de estudio (catorce balazos, una intro y un «outro») no pierde un ápice de garra, con Kase.O y Frank T entre los colaboradores.
Qué: Disco (edita En tu Cuello/Zona Bruta
Si hay una palabra que defina el talento de Ari, esa palabra debería ser torrencial. A la artista caribeña (porque la localidad gerundense de Salt está en el Caribe desde que ella lo decidió por las vías de la mudanza y el asiento) también le valen otros epítetos: auténtica, directa, apabullante, desprejuiciada, pulsional: una bateadora de poder y alto porcentaje, como mandan los cánones en San Pedro de Macorís, el pueblo que la vio nacer y que ha dado infinidad de talentos a las grandes ligas de béisbol. Arianna Puello se moja en la parcela lírica: hay denuncia social, siempre, como la que comparte con el veterano Frank T en No lo acepto, sobre el maltrato infantil, o en Hablamos de respeto, sobre el miedo que infunden los caciques de las calles. En ese tema colabora el venezolano Canserbero, en la que sería una aportación póstuma: murió en circunstancias no aclaradas hace unos meses. No obstante, en el disco también hay lugar para la autoafirmación de la artista (Levanta las manos) o el orgullo de los luchadores por su condición, representado en el corte más superpoblado el álbum: Arriba los buscavidas cuenta con Kase.O, El Langui, Nomah, Capaz y Bebe. Por supuesto, hay guiños al hardcore y el rock, pero también al «tumbao» criollo: cuestión de amor a las raíces.
