Francisco, el Hombre, la banda de Campinas formada por mexicanos y brasileños, elude fronteras geográficas y culturales con una propuesta que apunta a la felicidad del baile para acompañar la espera de utopías y de un mundo mejor.
Qué: Disco (independiente)
Aunque venga de Campinas, una de las ciudades más grandes del sudeste de Brasil, la banda Francisco, el Hombre suena como si hubiera nacido entre balnearios y placitas de pequeños pueblos. Su música es solar, bucólica e invita a los oyentes a lugares más placenteros que los grises paisajes urbanos. El título de su segundo EP, La pachanga!, remite a Mano Negra pero el espíritu tiene más que ver con la carrera en solitario de Manu Chao y con la creencia en un mundo sin fronteras políticas o culturales. Su sonido es acústico, con influencias de murga, maracatu y ciranda, entre otros ritmos sudamericanos, lo que reconfirma su idea de no pertenecer a ninguna nacionalidad en concreto.
Francisco, el Hombre, formado por tres brasileños y dos mexicanos, ya ha viajado mochila al hombro por gran parte del continente llevando su propuesta natural, multicultural y con algún toque naif, la misma que emana de las seis canciones –cantadas en portugues y en español– de este EP. El poder percusivo del tema que lleva el nombre del grupo, la buenísima onda de Minha casa y Dicen –un hit incuestionable– lucen contundentes y anticipan lo que puede ser un gran álbum, anunciado para dentro de unos pocos meses.
