El madrileño Remate es tan prolífico que casi no da tiempo a asimilar sus obras. En su trabajo más reciente –Cabello de ángel, tocino de cielo– disecciona su árbol genealógico para destapar sus particulares secretos de familia.
Qué: Disco (edita Relámpago)
El particular universo de Remate tiene un nuevo sistema solar en el firmamento: un disco con un título muy propio del madrileño, que juega una vez más con las palabras y los términos y pone un punto de su particular humor a todo lo que hace. Editado una vez más bajo su propio sello, este álbum está dedicado a él mismo, a sus experiencias familiares, al relato de su vida y la de los suyos de una forma sencilla, sin dramas ni florituras aunque sí con algunos reproches y censuras como en De toda la vida, y hasta con ciertos resentimientos y ojalás como en El urogallo, la canción que abre el disco. Entre la melancolía y la socarronería –ahí está la explícita Marica y drogadicto–, la tristeza y las pullas, las palabras de Remate se funden en su disco más autobiográfico hasta la fecha, donde él se lo guisa y él se lo come casi todo, desde las letras a la casi completa instrumentación, sólo apoyada por la guitarra de Carlos Toronado. Brillante.