Además de hacer bailar, el techno sugiere, incita la imaginación y transporta. Lo mismo pasa con la propuesta de la agrupación gallega Nistra, que en su trabajo de debut deja bien claro que su sonido es muy personal y poco parecido al de otros.
Qué: Disco (edita Cripsis)
La música electrónica es tan amplia y tan extensa que muchas veces para encontrar algo que se salga de lo más habitual, hay que buscar en recovecos y lugares de dificil acceso. Desde el jovencísimo sello Crispis llega el dúo gallego Nistra, con un EP que tiene un pie puesto en las pistas de baile de ritmos cercanos al techno y los sonidos sintéticos instrumentales, y el otro en la vertiente más orgánica del estilo, que pisa en tierra firme y se alimenta de los sonidos de la naturaleza. Y nunca mejor dicho: dos de los temas del debut de Nistra, que cuentan con la colaboración del colectivo caboverdiano Batuko Tabanka, están basado en la exploración geosónica. En los seis cortes que conforman este primer trabajo del dúo, los ritmos siguen una estela en la que las energías progresan y mutan con respecto al ambiente, igual que lo hace el aroma de la Costa Atlántica que va de Galicia al ecuador de África. Así fluyen percusiones casi latinas y sonidos arábigos en Ab Dasaad, y cortes como Bongu o Ghep Khary que transitan por un techno entre lo oscuro y lo ambiental, sugiriendo de nuevo paisajes complejos. Un debut prometedor dentro de un estilo para oídos educados en la materia.
