Tras una larga carrera al frente de Jumbo, quinteto con el que convivió década y media y produjo nueve álbumes que son parte del inventario musical del rock hecho en Monterrey, Clemente Castillo decide hacer un alto en el camino y probar suerte en solitario.
Qué: Disco (edita Promotodo/Sony Music)
Con el pie derecho ha arrancado su carrera solista Clemente Castillo. Eureka, su primer trabajo en esta modalidad, resulta una caja de Pandora de la que puede brotar cualquier cosa y en la que no falta ese sello tan característico de un meticuloso hacedor de canciones. Uno de los aciertos que saltan al oído tras escuchar el disco es la atinada elección de cómplices que participan, entre ellos varios de los nombres más destacados de la escena regiomontana. Así, Chetes presta voces en Cápsula, mientras que Pato Machete rapea en ¿Dónde están? Y eso no lo es todo; también están Meme del Real en Todavía no y Celso Piña en la versión que Castillo hace de Calaveras y diablitos, tema clásico de los Fabulosos Cadillacs. Pero más allá de estas logradas colaboraciones, e incluso de Fantasmas –el primer sencillo de este álbum, que se diese a conocer en el segundo semestre de 2015–, hay un par de canciones que destacan por su buena factura: ¿Ves o no ves? y Cosas infinitas, baladas producidas con tino y que dejan muy en claro el innegable oficio y el fructífero espíritu lúdico de uno de los escritores de canciones del rock mexicano más solventes.