Luego del estreno de Torbellino, su flamante single, y en el medio de su gira por Estados Unidos, el dúo chileno Marineros estrenó por fin en formato físico su primera producción O Marineros, un exquisito disco de cuarenta minutos de envolvente y cálido dreampop existencialista.
Qué: Disco (independiente)
Es un alivio saber que no siempre el resultado de desamores y largas esperas es sombrío y desesperanzador. Prueba de esto es Marineros, dúo chileno conformado por Soledad Puentes y Constanza Espina, que con su disco O Marineros –lanzado por fin en formato físico hace pocos días– comprueba que de la angustiosa tristeza que explota de un corazón roto pueden brotar melodías de ensueño generadoras de una de las propuestas de pop contemporáneo más interesantes de los últimos años.
Emergiendo desde las profundidades de un gigantesco océano existencialista y sentimental, las primeras canciones de Marineros comenzaron a salir a flote a mediados de 2013, momento en el que sus singles Espero y Oh oh conquistaron diferentes puertos y anticiparon el lujo sonoro que vendría en los próximos meses de la mano de su disco de debut O Marineros, producido por Cristian Heyne (Javiera Mena, Gepe, Alex Anwandter, Dënver, etcétera) y lanzado de manera digital a finales del año pasado.
Con diez temas que completan los cuarenta minutos de duración, el introvertido y decidido ambiente de dreampop que envuelve al álbum regala brisas frescas y una compañía cálida y fiel tanto para quien lo escuche con auriculares en la soledad de su habitación como para quien lo baile y lo sude en algún antro alternativo. Y es que la música de Marineros naufraga en diferentes costas y, dependiendo de cómo sople el viento será el resultado de cómo será absorbida esta joyita melanco-optimista. Teniendo en cuenta que todos alguna vez nos hemos hecho un festín con el dolor, el resultado es exitoso: play-play-play.