Un programa musical arriesgado, antónimo a lo acomodaticio, además de arte plástico, gastronomía, comercio local en ebullición… barrios que vibran en una misma longitud de onda por cuarta edición consecutiva. ¿Quién dijo que Malasaña (y Conde Duque, primos hermanos) ya no son lo que eran? Comienza Villamanuela.
Qué: Festival multidisciplinar
Cuándo: 7 y 8 de octubre
Dónde: Madrid (varios recintos de Malasaña y Conde Duque)
Llega octubre, llega Villamanuela. En dos rincones vecinos y geminados (aunque diferentes: nada de mellizos) dentro de la capital española se avecina un pequeño terremoto, vertebrado en notas heterogéneas, tiendas que abren sus corazones, paladares contentos y la sensibilidad del personal (residentes y visitantes de estas trece calles tan distantes del Caribe) sometida a diversos retos. Craig Leon, el maestro que dibujó el sonido de Blondie o Suicide; Death In Vegas, desdoblados en selección y directo: los flipantes nipones Bo Ningen; la original propuesta de los daneses Den Sorte Skole, la finura del finés Jaakko Eino Kalevi, Anna Meredith y su don divino para la creación de espléndidas capas sonoras; Faust, los pioneros del krautrock… Y también representación española, con Aries, Alizzz, Las Odio, Fiera y gente insoslayable y maravillosa como The Suicide Of Western Culture… En definitiva: mucho y en muchos sitios.
Una exposición harto interesante como La construcción del sonido, comisariada por Pilar Soler, lidera la parcela del arte plástico con la exhibición de diversos artefactos, collages, dibujos y esculturas. Para mimar las muelas de atrás está la Ruta de la Tapa, con actuaciones en la Sala 0 y el Café La Palma, a los que se añaden las noches de festejo hedonista de la sala Siroco. Callejea, otea (Joy Eslava, Clamores, Teatro Barceló, la esquina coqueta que espera tu llegada para mirarte el culo cuando pases) terracea y disfruta, que el tiempo aún acompaña.
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