El productor y luthier argentino, cofundador del colectivo Shika-Shika, publicó recientemente Albura, un álbum preciosista que recorre sonidos de Latinoamérica con instrumentos tradicionales y una paleta multicolor de electrónica orgánica. Con todos nosotros Barrio Lindo.
Albura es la nueva alborada en un bosque imaginario a punto de materializarse a través de la amable escala vibratoria de Barrio Lindo, proyecto del productor Agustín Rivaldo, nacido en Argentina y que residió varios años en Colombia. Folclore latinoamericano y electrónica orgánica en doce piezas interpretadas con instrumentos tradicionales de propia factura, dedicación en la producción y el aporte natural de sus colegas contemporáneos. Como resultado surgen canciones que alientan la imaginación desde la sumisión profunda de los sentidos a la sanación que mana de la madre naturaleza.
En el viaje por los senderos de la forestación suenan guitarras, charangos, quenas y marimbas que Agustín Rivaldo creó con la dedicación de un amanuense. Así, la apertura con Facón junto a Jhon Montoya es armoniosa y solemne, seguida de la contemplación veloz y marimbera de Huanaco, terciada con Otoño primavera en compañía de Lulacruza y un vivaz carnavalito de libre arenga. Na rúa a la par de Carrot Green alterna los sonidos andinos que descienden hacia el mar.
Asimismo, hay reparo para el dancing sinuoso con Carnaval de las flores y Belleza en el aire en el suave fraseo de Waste. En consecuencia, Circunvalar es cumbianchero con giros reflexivos y Túneles, con la voz y susurros de Ela Minus, nos revela las visiones del bosque. En Pura danza, Agustín Barrio Lindo echa a andar spoken word con un cariz mántrico, la previa para escalar a todo ritmo el Morro azul, IDM de cuerdas y ribetes. Finalmente, el cierre va de la mano de Saudade: los grillos retacean la noche para dar con Intensidad mañanera y acabar en un toque de mágicos loops y ancestral reverberancia.
