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jueves 21 de noviembre de 2024
Arca

Arca

Arca

Con el venezolano partes de una base que él mismo materializa en palabras: «aquí hay automutilación». La escucha es el matiz, y cada oyente, un mundo. Este tercer disco suyo es un atípico paseo por el laberinto, en el que la angustia deriva del hecho de no sufrir. La de ignorar a Arca es una batalla perdida, aunque vayas de Indiana Jones; lo buscaste, lo has encontrado y ya no se marchará jamás.

Qué: Disco (edita XL/Everlasting)

Bienvenidos al abismo: resulta que es hermoso. Arca (Alejandro Ghersi en el pasaporte) invita a un trasiego por el ultramundo en el que habita. Lo de ultra es referencia directa a la etimología del término: más allá. Trasciende clichés, etiquetas (no es alternativo: para eso debería confrontarse a otra realidad) y entendederas sicorrígidas: el caraqueño, que nació para el arte en las calles de Nueva York y reside actualmente en Londres, dibuja notas desde una perspectiva única que ya ha conquistado a gente como Björk (ha colaborado en el noveno álbum en solitario de la islandesa) o su compañero de trinchera Jesse Kanda, con el que repetirá presencia en el Sónar barcelonés tras una alabada actuación de 2015.

Junto a la ensoñación, que se plasma en términos alternos de candor y pesadilla, Arca también juega con la perspectiva carnal, especialmente presente en los latigazos y decrescendos de Whip. Las canciones son vuelos rasantes a poca velocidad, estampas industriales cuasigregorianas, invitaciones al desasosiego que, curiosamente, no acaban de lograr su objetivo: cuando la voz (la oímos por primera vez en su carrera: querubina en Miel, terrorífica en Coraje, bruja en Reverie) se convierte en un elemento más de la canción, emerge de manera poderosa el aroma de la tierra venezolana, los matices de aquellos campos, que siguen muy presentes en el torrente sanguíneo de Ghersi; se desvelan los arcanos de una aventura que mira atrás y adelante con idéntica intensidad. Petición: Niño de Elche, admirador confeso del venezolano, sería una gran pareja de baile en futuros empeños. Hablen, jóvenes.

Arca

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