Leiden, la cantautora cubana residente en México, acaba de publicar Los muertos también dejan flores, álbum en el que utilizando diversos elementos latinoamericanos, da forma a una propuesta auténtica, personal y vigorosa.
Leiden siempre ha tenido un vínculo muy estrecho con el arte. Ella arribó a tierras aztecas, oriunda de Cuba, hace algunos años cuando sus padres, catedráticos, viajaron a Tijuana por motivos profesionales. Y desde ese momento se mantuvo muy cercana a la música y al teatro.
Su incursión musical se remonta a poco más de cinco años. Tiene una carrera en sociología, motivo por el cual se trasladó a la ciudad de Guadalajara, donde vive actualmente. Allí descubrió en la composición una forma de vida que desató nudos de su ser que ni siquiera sabía que existían y desde ese momento se dedicó a «defender sus canciones» con mucha pasión y cariño.
La testificación de su talento se respalda con su primer álbum homónimo, un DVD en vivo que lleva por nombre La vuelta al sol y su más reciente producción, Los muertos también dejan flores, disco que fue exitosamente fondeado y que con la ayuda de mucha gente, incluyendo colegas músicos como Mon Laferte, Flor Amargo y Torreblanca, pudo hacerse realidad.
Así, después de año y medio de ardua labor, Leiden presenta al mundo su segundo álbum de estudio, en el que vuelve a emanar una autenticidad indescriptible. Los muertos también dejan flores es un canto optimista a la vida y sus colores, a las aventuras y desventuras; todo condensado en once temas que desbordan personalidad.
En las canciones se involucran sonidos que le dan un aura muy especial a la lírica del disco, con un ensamble de batería, teclados, guitarra acústica y una nueva incursión de chelo que acentúa las emociones disparadas con el canto de la cubana.
Todo se incendia fue el primer tema extraído; una canción poderosa que nos permite disfrutar plenamente de la vigorosa voz e interpretación de Leiden, adornada con un soberbio arreglo de cuerdas que llega hasta las fibras más recónditas. Posteriormente vino Circular, con ritmo bailable y letra profunda, y María Revuelta, que suena melancólico y sublime.
Este nuevo trabajo reafirma el lugar que Leiden ha venido a ocupar en el mundo musical. Ella homogeniza diversos elementos latinoamericanos dando forma a un estilo único dentro de la música en español actual.