Veintiún años después de su primera aparición (en la del 95, la primera, aún no identificaba al festival), el gafotas con escafandra azul sigue emergiendo en la playa de Benicássim para bendecir a los fibers, que este año pueden alimentarse con multitud de platos, entre ellos los Chilli Peppers, Los Planetas, Ride… y ¡Surfin’ Bichos! Comienza el FIB.
Cuatro días, uno (o dos) sobre la norma. Gente sin cuento: ese dato no cambia. Gigantes del negocio en lo alto del cartel: otro joven clásico en la festivalera playa castellonense. Los fibers se reencuentran un año más en su lugar favorito del mundo para disfrutar de música variopinta y vibrante.
En los tejados del programa, los nombres son golpes de gong: The Weeknd, Red Hot Chilli Peppers, Foals, Kasabian, Los Planetas, Crystal Fighters, Love Of Lesbian, Years & Years, Stormzy… nombres que no necesitan de muchas aclaraciones a la hora de dimensionar su impacto entre la masa.
Lo que llama poderosamente la atención es el plantel en el tercer estrato de los artistas convocados: Ride, The Jesus & Mary Chain, Blossoms, Temples, La Casa Azul, los «chicos malos» Liam Gallagher y Pete Doherty (ahí se nota la atención especial al público británico), Tiga o Dua Lipa, entre otros.
Con la importancia que merecen, por la cantidad de moldes que han roto, figuran igualmente los Surfin’ Bichos (que vuelven, y tocarán Hermanos carnales veinticinco años después de publicarlo) y La Mala Rodríguez. Más difuminados en la oferta aparecen otros artistas de interés galopante en la escena actual, desde Belako a Bejo, pasando por Bad Gyal, Joe Crepúsculo o el show cabaretero de las Bistecs.
Dos enclaves básicos de la música española, la Razzmatazz barcelonesa y el Ochoymedio madrileño, cuentan con dos noches cada una para pasear sus artistas favoritos del patio por un escenario dedicado: ahí asomarán Bigott, Cápsula, Viva Suecia, Nudozurdo, Biznaga, Havalina, Las Odio, Linda Guilala… un año más, cantidad y calidad. Salud.