El mexicano Caloncho presenta una grata y admirable reinvención musical a través de Bálsamo, flamante álbum en el que las brisas sonoras alegres acompañan un cancionero que se inspira en el amor y el agradecimiento a lo que ofrece la vida.
Tan solo dos álbumes componen la indiosincrasia del sonorense Caloncho. Hace unos cuatro años se autodescubrió como un músico y letrista excepcional que mediante su primer EP –Fruta, de 2013–, mostró todo un panorama desconocido para el público mexicano. Éste primer trabajo lo llevó a consolidarse en el terreno alternativo y a colaborar con diversos artistas como Siddhartha y Mon Laferte además de presentarse en escenarios internacionales.
Finalmente, luego de dos años de moldear canciones contando con la producción del colombiano Mateo Lewis, llega Bálsamo que tuvo en Hedonista y Optimista sus primeros singles. Ambos temas generan un llamativo contraste que invita a interpretarse como una metamorfosis, ya que la primera canción roza una dolorosa situación de amor no correspondido mientras que la segunda se opone rotundamente con una lírica que se explica por sí sola.
En este flamante disco, Caloncho muestra una faceta más de su ya conocida energía positiva; es como si se elevara a una máxima potencia y entregara una pieza más que luminosa, en la que el amor puro y consciente es el tema principal a desarrollar en sus líricas que, a pesar de ser demasiado directas como es su costumbre, se han vuelto poéticas y muchísimo más profundas y sinceras.
Durante trece temas, el sonorense desnuda su alma de tal manera que transmite genuinamente un amor puro y sobre todo agradecido con todo aquello que lo rodea, tocando fibras sensibles y espirituales del que lo escucha. De esa manera, en Mascota versa sobre la fidelidad de los animales y Diario es solo un ejemplo de los temas dedicados al amor más sentimental, experimentando a través de sensuales juegos de palabras los encuentros con el ser amado. Pero Caloncho también echa mano de entrañables vivencias familiares como en Campamocha, tema que cierra con broche de oro el disco.
En la sonorización, se mantiene ese aire tropical que juega con los sonidos de la naturaleza y que ya se habían utilizado en su producción anterior, aunque en esta ocasión se acentúan las percusiones y se percibe una grata vibra ochentera producto del trabajo hecho con los sintetizadores, resaltando las influencias de Michael Jackson y Stevie Wonder.
Bálsamo representa un gran acierto para Caloncho, en donde muestra abiertamente su ingeniosa calidad musical y el gran crecimiento profesional que plasmó en cada detalle que acompaña a este álbum. Una obra de arte que se imprimió en base al amor humano, agradecido, positivo, espiritual, íntimo y poético, que cuando libera sus ondas sonoras es capaz de cambiar el estado de ánimo de quien lo escucha.