Mabel, recién divorciada, tiene que regresar a la casa de su madre con su hija pequeña. Allí convive con su hermana, su madre y su abuela mientras trabaja a destajo para subsistir. se estrena en la cartelera argentina Otra madre, película sobre la maternidad, la familia y el paso del tiempo.
Otra madre es la tercera película de Mariano Luque (Salsipuedes), joven y prolífico director cordobés. Con estética de documental en sus planos largos y en los juegos de luz, otorga al filme un realismo que trasciende la pantalla. Así, Luque nos da una mirada melancólica y poética (el río que corre, la montaña y los árboles que observan desde arriba) sobre la maternidad y el inevitable paso del tiempo.
Mabel (Mara Santucho), la protagonista de la historia, es una mujer recién divorciada que tiene que lidiar con dos trabajos para salir adelante y que regresa con Juli (Julieta Niztzschmamn), su hija de cuatro años, a vivir a casa de su madre. Allí viven también su hermana adolescente y su abuela, completando el árbol familiar de distintas generaciones. Y ahí es donde pone el foco la película, en las relaciones de ese grupo de mujeres ligadas por la sangre, y que conforma un retrato de la familia que, a pesar de todo, siempre está.
Otra madre, una obra sensible y tan bella como dura, muestra la realidad sin caer en golpes bajos. Es la cotidianidad de una familia de clase obrera con una madre luchadora que tiene que trabajar doble turno para que su hija viva bien; que parte para su trabajo temprano y regresa tarde, cuando anochece.
El lugar donde transcurre la historia ocupa un protagonismo especial, así el barrio de Villa Allende se convierte en otro integrante del clan familiar. También vale destacar que en la película casi no haya hombres; el reparto se completa con Eva Bianco, Ana Tenaglia, Cecilia Antonozzi y Celina Ludueña. Es como si la presencia masculina apreciese fuera de marco para concentrarse solo en las mujeres, en la fuerza que las empuja a seguir luchando –contra los mandatos impuestos y contra las injusticias laborales. Esa es la mochila que carga Mabel, como tantas otras mujeres, como tantas otras madres.