Absolutamente inclasificable, Joe La Reina se da cita con todos los «post» posibles y entrega Esas nuevas modas, un trabajo de carácter inusual, repleto de recovecos que se van descubriendo a lo largo de repetidas escuchas.
Joe La Reina, la banda donostiarra afincada en Madrid, retoma el camino trazado hace tres años en Bailamos por miedo a través de una receta de heterodoxia creciente. Llámalo post-rock o pop fusión anómalo, lo único cierto es que los de Donostia tienen claro que quieren labrarse su propia senda. Y para ello, torna fundamental la virtud del autodescubrimiento.
Armados con una paleta de requiebros estilísticos basados en la imprevisibilidad, cortes como Soy uno más y Nadie me representa emergen como representaciones de islas musicales, en las que los brotes de post-folk, electrónica analógica, hip hop y post-disco fracturado se entremezclan dentro de un monumental cuerpo frankeinsteniano.
Quizá sus modelos se podrían encontrar en bandas como Grizzly Bear o en una versión más pop de These New Puritans, aunque lo bueno del caso es que sortean referentes y paralelismos con absoluta naturalidad: haciendo de lo difícil un giro que suena sencillo, jamás forzado por epatar con las formas menos habituales.
La reiterada búsqueda de lo inaudito se ve aumentada por el poso existencialista con el que nutren el verbo de su poesía. Disconformidad y acentuación del «yo» dentro del colectivo, tantas son las ambiciones narrativo-musicales del grupo que, sí o sí, los resultados acaban desbordando como un grito insurgente de música terapéutica, pero también para escuchar bajo un poso constante de reflexión. En cualquier caso, una banda diferente, buscando matizar aún más la caligrafía de su firma.