Samba-rock, bossa pop y canción brasileña son los elementos del sorprendente Vem, cuarto álbum en solitario de la joven cantautora paulista Mallu Magalhães que rebosa una riqueza de arreglos inéditos hasta ahora en su obra.
Vem rompe un ayuno solista de seis años y es el primer disco de la brasileña Mallu Magalhães desde que se marchó a vivir a Portugal con su pareja, el también cantautor –y brasileño– Marcelo Camelo. En medio llegó Banda do Mar, nombre del álbum y del proyecto que armó con Camelo y el baterista portugués Fred Ferreira. Y de hecho puede ser que la onda y el espíritu pop que se escuchaba en aquel trabajo haya sido determinante para que la joven brasileña llegara a su momento actual: Mallu nunca había sonado tan alegre y radial como ahora.
A pesar de las evidentes referencias al sonido bailable de finales de los 60 en Brasil –especialmente Jorge Ben Jor, Marcos Valle y la bossa más uptempo de Nara Leão– Vem suena fresco y festivo. Dicha alegría no cayó demasiado bien en una parte de la prensa especializada brasileña, que reclama que el disco tendría que hacer alguna alusión al difícil momento actual de Brasil, aunque Magalhães nunca se haya posicionado como artista de protesta. Tal vez sí podría justificarse la crítica sobre la nostalgia de lo que ella no vivió, y que aun así hace que por algunos momentos su voz se acerque a la imitación de los manierismos de Ben Jor. Sin embargo, eso está muy lejos de molestar en la escucha del álbum.
Con un equipo de músicos notables –el bajo, por ejemplo, pasa por las manos de nombres como Kassin (Los Hermanos, Moreno Veloso), Victor Rice (Easy Star All Stars) y Dadi (Tribalistas, Barão Vermelho, Novos Baianos)–, la obra desarrolla arreglos vibrantes –firmados por Camelo y el maestro Mario Adnet–, con momentos potentes de vientos y percusión, como los sambas-rock Você não presta, São Paulo o Pelo telefone.
Por su parte, Navegador tal vez sea el tema más deudor del sonido de Banda do Mar, pero encaja perfectamente en el contexto de este trabajo. Y Vai e vem, una mezcla de lo que hacía antes y lo que hace ahora Mallu, podría ser el mejor momento del disco, ya que permite comprobar lo que ella es capaz de hacer cuando se siente más libre de sus referencias inmediatas y brota su esencia de compositora.
En definitiva, Vem, que sorprendió a sus fans y también a aquellos que la creían una artista repetitiva, es el mejor disco de Mallu Magalhães; y musicalmente está más allá de las innecesarias polémicas políticas –también hubo mucho ruido en redes sociales por el vídeo de Você não presta, señalado injustamente como sexista y racista. Una obra que señala un futuro muy promisorio a la cantautora paulista.
