La ciudad brasileña de Natal recibe la edición número catorce del festival de música independiente más grande del país. DoSol llega con significativos cambios estructurales pero con la misma amplitud estética y relevancia artística.
En su decimocuarta edición, el festival brasileño DoSol sigue siendo el más grande de los eventos de música independiente del país. Serán más de cincuenta los artistas que se presentarán en sus dos jornadas, además de los side shows que comenzaron el pasado 22 de octubre y se extienden hasta el 19 de noviembre.
Así, el cartel de este año ofrece en el mismo escenario a la leyenda del folk bailable Pinduca, con sus ochenta años de vida y más de sesenta de carrera, y a la sensación indie del momento, la agrupación funk soul de militancia LGBTQ Liniker e Os Caramelows.
«A nosotros nos gustan muchas cosas. Y a la gente también. No nos interesa darle espacio a los radicales que piensan que su género debe estar aislado en un día específico del festival», manifiesta Anderson Foca, uno de los organizadores de DoSol. Así, es natural que el line up incluya la psicodelia cancionera de André Prando, el baile latino de Francisco, El Hombre, el celebrado stoner de acento extranjero de Far From Alaska, el ruido brutal de Grupo Porco de Grindcore Interpretativo (cuyo álbum Feeling da puta dura apenas ¡ocho minutos!) y la siempre sorprendente neopsicodelia «alienígena» de Boogarins, entre muchos otros, entre los que encontramos también a Juanafe, de Chile y a Dot Legacy, de Francia.
Este año el festival deja su habitual escenario callejero en la Ribera, tradicional barrio de Natal (capital del Estado de Rio Grande do Norte), para realizarse en el Beach Club de Via Costeira. Otro cambio significativo es la ausencia de conciertos en las ciudades del interior del Estado debido a la pérdida de un gran patrocinador y el difícil momento político y económico de Brasil, que lamentablemente tiene especial impacto en la cultura. A pesar de todo, sus organizadores son optimistas y DoSol 2017 es una realidad.