Llega la fecha más esperada por el público del cine iberoamericano más inquieto. Comienza la séptima edición del Festival Márgenes en Barcelona, Ciudad de México, Córdoba, Madrid, Montevideo y Santiago de Chile, que dura hasta el 2 de diciembre. Y después, hasta el 23, continúa online.
No solo la multisede marca el carácter atípico del certamen en el mundo festivalero, Márgenes rescata el cine de los márgenes, el que cuestiona y se cuestiona, y lo hace con nuevo talento y con obra consagrada. Once trabajos integran la Sección Oficial, categoría que podrá verse íntegra en la pantalla online. Destaca la chilena Tierra sola, de Tiziana Panizza, un documental-ensayo-homenaje a la agredida cultura Rapa Nui; Expo Lío 92, de María Cañas, una sátira a la Expo del 92 que abre la ventana a la explícita idiosincrasia colonialista española; 25 cines/seg, de Luis Macías, una película sobre el intento de una película; o Las calles, de la argentina María Aparicio.
Expo Lío 92 – Tráiler
En su primera edición, la Sección Informativa – El presente brinda una mirada a los «más deslumbrantes» filmes iberoamericanos del circuito festivalero del año. Allí se podrá ver la portuguesa A fábrica de nada, de Pedro Pinho; la dominicana Cocote, de Nelson Carlo de los Santos, la española Europa, de Miguel Ángel Pérez Blanco; y la argentina Tigre, de Silvina Schnicer y Ulises Porra, entre otras.
Con una programación ampliada y con el mismo mimo curatorial que lo caracteriza, el certamen presenta homenajes a dos grandes nombres del cine latinoamericano: el fallecido Glauber Rocha y el colombiano Luis Ospina, a quien se le entregará el Premio Especial Márgenes. Del brasileño, emblema del Cinema Novo, se exhibe una muestra obligada que incluye su obra culmen, Terra em tramse (1967); y trabajos de su viuda, Paula Gaitán, Diario de Sintra; y su hijo Eryk, Cinema Novo (2016).
Las calles – Tráiler
Por su parte, el corto documental Agarrando pueblo, de Ospina y Carlos Mayolo, realizado en 1978, es la punta de lanza de Más allá del vampirismo de la pobreza, un ciclo atemporalmente imprescindible. Bajo ese título que poco necesita explicar, se exhiben algunas obras del cine del sur más incómodo para el imaginario colonial: la pobreza representada en su faceta activa y empoderada. Entre ellas, destacan las colombianas Memorias del calavero, de Rubén Mendoza, y varios trabajos de Camilo Restrepo: Cilaos, Como crece la sombra cuando el sol declina, Tropic pocket y la más reciente La bouche.
En los pases especiales resaltan títulos como Casa Roshell, de la chilena Camila José Donoso; Todo comenzó por el fin, del propio Ospina o los debuts Niñato, del madrileño Adrián Orr y El futuro, del murciano Luis López Carrasco.
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