La madrileña Mara Torres regresa a la novela con Los días felices. Un retrato sentimental del paso del tiempo y de todo lo que sucede hasta que uno se da cuenta de que la vida iba en serio.
Si usted quiere saber cuán grandilocuente ha sido su vida o lo que ha supuesto su persona para el resto, debería hacer un ejercicio de memoria. Sitúese en su yo de hace veinte años y rememore el día de su cumpleaños. Repita la acción con intervalos de cinco años hasta llegar a su último cumpleaños. No crea que no ha servido para nada, son sus días felices. Sobre esto trata Los días felices. Merecía la pena situar al lector en ese ejercicio intimista descrito en la novela de Mara Torres.
Miguel vuelve a quedar con Claudia para tomarse una cerveza. Ha pasado algún tiempo, pero Claudia sigue siendo su amor platónico. Los silencios se suceden sin que pase nada mientras Claudia esboza el recuerdo del día que se conocieron, de lo que fueron los días felices. Tras este precapítulo, la novela narra el mismo día: el cumpleaños de Miguel. Pero cada capítulo está separado por un lapso de cinco años. Tiempo en el que Miguel podrá darse cuenta de todos los hechos que han acaecido en su vida.
Mara Torres adopta un rol masculino para evocar ese paso del tiempo. Desde un narrador omnisciente que, a veces, se entremezcla con el protagonista. No pretende relatar la crisis de los cuarenta, sino mostrar como en la vida, a medida que ésta avanza, ocurren cosas. Por ello, relata los sucesivos cumpleaños de Miguel. Desde los veinte hasta los cuarenta. Desde la despreocupación hasta que pasan cosas.
Mara Torres (Madrid, 1974) es periodista, presenta los informativos de La 2. Aunque su voz amenizó durante mucho tiempo las madrugadas con el magazín Hablar por hablar. Fue finalista del premio Planeta en 2012 con La vida imaginaria y, aunque pensó que nunca volvería a escribir, regresa con Los días felices. Han pasado cinco años, al igual que en su novela, pero no es su cumpleaños.
