Un buen día, Pablo Fayó, historietista de culto argentino, decide no dibujar más y empieza a cantar tangos. Esta historia es la que muestra Algo Fayó, documental original y entretenido que arriba a la cartelera argentina.
Algo Fayó es el segundo documental del argentino Santiago García Isler (A vuelo de Pajarito), quien es conocido, además de su trabajo como director, por escribir guiones para la televisión. En esta oportunidad, García Isler se pasó casi un año entero grabando a su amigo Pablo Fayó y el resultado es un retrato lúcido sobre un artista incomprendido.
La película se centra en la vida bohemia de Fayó, un talentoso humorista gráfico que arrancó en la mítica revista Fierro allá por mitad de los años ochenta y, hace ya muchos años, decidió dejar de dibujar historietas para dedicarse al tango. El documental, justamente, ahonda en eso, en la toma de decisión del artista, que teniendo un futuro promisorio como humorista gráfico por delante, pega un volantazo, elige otro camino y se pasa las noches cantando tangos en bares porteños.
Desde el título elegido, el filme le da vueltas al peso del apellido que en la familia Fayó funciona casi como un lastre. Y esto en Pablo se agiganta, es como si desde el vamos, desde las cargas infantiles del «no me falles», estuviera escrita ya su decisión de abandonar las historietas.
Así, García Isler busca comprender al artista y muestra un perfil amplio para que los espectadores saquen sus conclusiones. En el documental tienen voz su padre, su hija, amigos y, claro, el propio Pablo, que ya sea en un bar, viajando en el tren Mitre o en la terraza de la pensión en la que vive en el barrio de La Paternal gracias a lo que consigue por sus tangos, se ríe de su destino. «No me siento responsable de nada, quiero que lo sepan», dice Fayó mirando de reojo a cámara. Y en esas palabras parece resumir todo.
