Tremor, uno de los grupos fundacionales de la mixtura entre electrónica y folclore de Argentina, irrumpe con un nuevo trabajo luego de cuatro años de silencio. Ave Reina Mora exhibe un giro hacia la canción en cinco pasos emotivos.
Qué: Disco (ZZK)
El trío que conforman Leonardo Martinelli, Camilo Carabajal y Gerardo Farez lleva más de una década andando, y es fundacional de la mixtura entre electrónica y folclore, junto con los cordobeses Tomates Asesinos y Ángel de Piel, y contemporáneo de la sampladelia (aunque mucho más esquizoide) de Tigres Voladores. Así, Tremor irrumpe con una vuelta de tuerca sobre sus pasos, donde prima en esta oportunidad un summum de sentimientos elevados, dispuesto nada más y nada menos que por la paternidad de sus integrantes.
Es momento de reconocer en la música argentina de la escena independiente actual un componente espiritual, no en un sentido estricto de creencias fundadas en un dogma, sino más bien de una sonoridad que conecta fervientemente con la inmensidad de la naturaleza y el cosmos, portadora de amables y profundas melodías. Basta con echar mano de los discos recientes de Kaleema, Barrio Lindo y el preciosista Aura de Andrés Oddone, a cargo de las mezclas del nuevo EP de Tremor.
Resplandor ofrece un emotivo comienzo con cuerdas in crescendo, expresión coral en verso, viento fresco de la evolución, huayno hiphopero con ribetes orientales. Le sigue Agujeros en la realidad, milonga surera de sintes encapados, voz en distorsión pa’ contemplar el horizonte. Reloj de arena alienta la sanación con intro en clave trapera: «Tiempo de seguir/ restaurar mi ser» y renace en dirección ambiental. Decanta en Huayno de metal, canción de cuna, dulce, amable, candorosa. Corona la obra Ave Mora, quizá en alusión a ese pequeño pájaro de voz incandescente de la familia del Cardenal, la Reinamora (véase la portada realizada por Gisela Faure, con la especie en sus variantes), una canción que vibra en las alturas del altiplano arrimándose al fulgor del amanecer.
