Surgido en Madrid hace una década, Templeton prosigue con su tendencia habitual al autodescubrimiento. Como prueba más reluciente, Un mar enorme refleja la ambición de una formación de profusa inclinación aperturista.
Qué: Disco (Gramaciones Grabofónicas)
Cada vez más inmersos en el pálpito synth, en su nuevo desembarco discográfico los de Malasaña amplifican el eco sintetizado de su anterior LP, Rosi, y se lanzan a un océano donde dicha tendencia es abrigada dentro de un océano en el que evocación y latido progresivo se anudan en una misma sensación.
De este gusto por gestar canciones menos directas y más abiertas en su capacidad espacial, surge una colección de historias donde el tono neutro de la voz de Santi Castillo planea sobre una fauna de teclados heredados del Disintegration, de The Cure, articulaciones jazz, suculentos arreglos de cuerda y guitarras post-pop no muy lejanas a Grizzly Bear.
De tan suculento bufet libre de sonoridades surge esta fabulosa recreación emocional de un alma siempre remando en busca de la calma vital, dentro de un mundo que es mejor enfocar desde mares abiertos que desde opresiones urbanísticas.
Por esta misma razón, la producción siempre busca un ideal de técnicas no muy lejanas al pop cristalino llevado a cabo por bandas como The Blue Nile o los Talk Talk pre-Spirit Of Eden, aunque también todo la que se pueda englobar bajo las tendencias sophisti-pop. Sin duda, la deriva a la que más han acercado sus emociones estos exploradores de la semántica pop. Una que esperemos vuelva a ser glorificada, y enriquecida, en sus próximos proyectos.
