A sus veintidós años, la argentina residente en Madrid Nathy Peluso prosigue en su particular expedición hacia una versión universal del hip hop ajena a las típicas dinámicas anglosajonas. Bajo tan ambicioso objetivo, muestras como Esmeralda es justo lo que necesita.
Qué: Disco (independiente)
Nathy Peluso se postula como un referente dentro de la escena del hip hop hispano. No puede ser de otra manera ante macedonias sonoras como la que ofrece en Esmeralda. Y es que, ¿tienen algo que envidiar canciones de corte trap como Daga a figuras Pitchfork como Kelela?
Dicha comparación con los actuales tótems del hip hop y la electrónica de corte pop se hace extensible a las seis canciones restantes que conforman este magnético crisol de posibilidades de cómo hacer que el soul suene a cumbia o el funk a una erupción tropical de terciopelo raso.
Porque si por algo destaca Nathy es por su habilidad para contextualizar todas sus influencias bajo un filtro latino de bases con tracción sensual, en slow-motion. Si a esta predisposición natural para el contacto tridimensional, añadimos una brillante exploración de texturas y acoples rítmicos, el resultado no puede ser otro que esperanzador. Mucho.
Una autopista alternativa que ella enriquece con su habilidad a la hora de preñar sus rimas de un flow altamente personalizado, ya sea dentro del terreno de la denuncia social como de su manera tan surrealista de abordar la vía personal.
Por si no fuera suficiente con esta delicatessen, la fábrica de crear no para: Nathy tiene preparado un nuevo EP, La sandunguera –con flamante vídeo que mostramos aquí–, y que acompañará a una gira con paso por diferentes capitales europeas, presentación en el Sónar y también en América Latina, participando del Carnaval de Bahidora en México y en la versión argentina del Lollapalooza.
La sandunguera (videoclip)