El tercer disco del grupo paulista Garotas Suecas, Futuro do pretérito, ofrece a la vez una versión moderna del pop de décadas anteriores y una mirada retro desde el espíritu musical contemporáneo.
Qué: Disco (independiente)
Se puede decir que el cuarteto paulista Garotas Suecas está formado por gente joven que escucha música añeja. Sin embargo, sería más acertado decir que son jóvenes que escuchan música atemporal, especialmente el soul con acento brasileño de los 70, pero también la Jovem Guarda y el rock nacional de la misma década.
En sus dos primeros discos ya se notaban dichas influencias y el resultado ofrecía una música muy bien ejecutada pero remitiendo al pasado. Ahora, en Futuro do pretérito –editado en España por Vampisoul– ya no pasa. Al revés, suena contemporáneo y vibrante, mirando al pasado con respeto pero no con reverencia.
Los teclados de Irina Bertolucci y la guitarra de Tomáz Paoliello son claves en la ejecución de riffs y melodías limpias y vigorosas, ya sea de estilo más groovy (Objeto opaco, Todos policiais), épico (la excelente Morrer azul) o romántico (Quarto). Aun así, sobresale el lado rockero de la banda, más fuerte que nunca en temas como Não tem conversa, Quem sabe a gente pode se entender y Fera. En esos momentos se podría decir que Garotas Sueca suena como una versión más pop y concisa de sus conterráneos O Terno, lo que es un notable elogio.
Las letras hablan acertadamente de lo cotidiano y entran en un campo más difuso cuando lo hacen sobre el mundo de las redes sociales. Mientras que en el campo vocal también se aprecian distintos resultados: al cantar los cuatro integrantes, la performance varía significativamente. Sin embargo esto da más autenticidad y frescura a un disco que suena vigoroso de comienzo a fin.
