Es un libro, pero también una galería de arte para llevar bajo el brazo, una guía sobre personalidades únicas y auténticas y hasta un recurso para decorar tus paredes. Este volumen, redactado e ilustrado por Carlos Cubeiro, repasa de una forma singular las vidas de sesenta y seis personajes… raros, radicales y rebeldes.
Qué: Libro (edita Modernito Books)
Los libros cuentan historias de muchas maneras. Con palabras, sí, pero también con dibujos, con fotografías, con textos extensos y con textos cortos. De mezclar un poco todo eso nace Raros, radicales y rebeldes, un libro de microbiografías ilustradas que todo mitómano querrá tener en su estantería, escrito e ilustrado por el diseñador gráfico y escritor barcelonés Carlos Cubeiro y editado por la más que interesante editorial Modernito Books.
Porque este volumen reúne entre sus páginas a sesenta y seis personajes «que han hecho de la diferencia su divisa» –como dice en su texto de presentación– a los que les encaja a la perfección los tres adjetivos que dan título a la publicación. De David Bowie a Lewis Carroll, pasando por Rosa Parks o Serge Gainsbourg, pero acompañados de una abundante presencia iberoamericana. Así están, entre muchos otros, Roberto Bolaño, Violeta Parra, Julio Cortázar, Salvador Dalí, Frida Kahlo, Leopoldo María Panero, Alejandra Pizarnik y Chavela Vargas, todas almas rebeldes ilustres que tienen un hueco en este curioso libro.
Sí, curioso, pues no se trata de un compendio de biografías al uso, sino de un formato diferente que da pinceladas de la vida del protagonista –sin pretender ser un extenso manual sobre personas que cambiaron el mundo con sus rarezas– al tiempo que lo retrata en una preciosa y colorista ilustración. Y ésta, a su vez, se puede arrancar del libro y emplear como lámina decorativa. El volumen se encuentra disponible con tres portadas distintas: Roberto Bolaño, David Bowie y Amy Winehouse.
En definitiva, Raros, radicales y rebeldes es un todo en uno. Con él se aprende, se contempla una pequeña galería de arte portátil, se pone bonito un espacio y, sobre todo, se disfruta y piensa con su lectura.
