Espacea, banda brasileña afincada en Barcelona, es especial. Queda demostrado con la escucha de Mortevida, un disco que rompe fronteras y distancias fusionando con acierto indietrónica y saudade braileira.
Qué: Disco (Rebited)
¿Qué conexión puede haber entre la indietrónica brumosa forjada por Hood en el cambio de milenio con la saudade brasileira? La respuesta parece tenerla Espacea, banda brasileña afincada en Barcelona que bajo una disposición crónica por el detallismo, ha entendido que los puentes que hoy en día llevan hasta el recuerdo en bucle no se basan en cadenas notales ni estribillos épicos, sino en explotar al máximo las posibilidades de las cadencias tonales, los timbres y demás efectos extraídos de una percepción netamente digital del sonido.
Como un Kid A arrabalero, la música contenida en Mortevida vuelve a abordar el fragor posmilenial, aunque desde una orilla no surcada hasta la fecha. Las percusiones ceremoniosas de Morte, el chisporroteo huesudo de bajo en Vida, todo suena fresco en una boyante experiencia hacia las más inconcebibles hipótesis; en este caso, marcadas por una premisa nacida del proceso de confundir Latinoamérica y Occidente en un solo continente musical. Un milagro al que Espacea ha puesto luces por medio de una esperanza únicamente posible a través del renacimiento entre las brasas del dolor.
Ni que decir tiene que lo que tenemos en este trabajo sobrepasa la condición exótica, convirtiéndose en un verdadero referente en la idea de que lo regional sigue siendo el plato más universal.
