El escritor murciano Miguel Ángel Hernández publica El dolor de los demás. Una novela en la que se adueña de la historia de un fratricidio, convirtiéndola en un ejercicio introspectivo para paliar el duelo y olvidar el nefasto crimen que cometió su vecino y mejor amigo.
Qué: Libro (edita Anagrama)
En Nochebuena de 1995, un joven asesina a su hermana y poco después salta por un barranco. El crimen tuvo lugar en una pedanía de Murcia y desoló a toda una población que buscaba los porqués a semejante atrocidad. Por aquel entonces, Miguel Ángel Hernández tenía dieciocho años y el asesino era su mejor amigo.
El dolor de los demás no es un thriller, ni siquiera una novela de suspense; ésta podría enmarcarse dentro de la autoficción y es que es el propio escritor quien protagoniza la historia. Así, la noche del trágico suceso se convierte en el punto de partida de la trama. Miguel Ángel Hernández ofrece sus ojos y sentimientos al lector, que será capaz de recomponer la fatídica noche a través de las palabras del escritor en apenas unas páginas al comienzo de la novela.
La narrativa discurre en primera persona, pero el narrador no se centra únicamente en contar esta historia. Da un paso más allá y sitúa al lector, haciéndole partícipe del proceso creativo de la novela, como si de una intrahistoria paralela se tratase. Así, la trama salta de un lado a otro, del pasado al presente, de la incredulidad de aquella noche a la necesidad de poder contar lo que ocurrió.
«Hace veinte años, en Nochebuena, mi mejor amigo mató a su hermana y se tiró por barranco», reitera el escritor a lo largo de la novela; una cadencia que disecciona, recompone, replantea y presenta al lector, que vuelve reiteradamente a aquella Nochebuena de 1995 a través del dolor de los demás.
