Clara Usón publica El asesino tímido, un retrato intimista de tintes autobiográficos que muestra a la generación que vivió el ocaso de la dictadura franquista. La muerte en extrañas circunstancias de la actriz Sandra Mozarovski, el vivaz recuerdo de juventud de su autora y continuos planteamientos existencialistas dan forma a esta novela.
Qué: Libro (edita Seix Barral)
El asesino tímido no es una novela al uso. En ella, las tramas se alternan, los personajes colisionan y las reflexiones ahondan hasta tal punto que el lector podrá no saber si lo que comenzó leyendo era una historia, un ensayo o un arduo artículo de investigación periodística. Sin embargo, es esta la genialidad escondida en sus páginas a la que Clara Usón siempre ha respondido.
La escritora se convierte en un personaje más para reflexionar sobre la generación que vivió la Transición en España. Usón recupera este episodio de nuestra historia para mostrar el desengaño que sentían los jóvenes respecto a su futuro, un futuro en el que la esperanza y la ilusión se mezclaron con la heroína.
Así, se rescata la idea de los jóvenes muertos, el movimiento romántico o el pesimismo existencialista. Ludwig Wittgenstein, Albert Camus y Cesare Pavese se pasean en estas páginas para respaldar la sensación de hastío. De hecho, una frase de Pavese es la que da título a la novela: «Un suicida es un asesino tímido».
La novela se sustenta bajo tres historias paralelas magníficamente relacionadas. Los recuerdos de la infancia de Clara, la relación que mantenía con su madre, los viajes de su niñez, los primeros amores, las drogas o la figura de la actriz Sandra Mozarovski completan el relato. El lector se enfrenta a una recopilación minuciosa de hemeroteca para dar respuesta al asesino tímido. ¿Qué o quién será?