El alter ego del argentino Gabriel Kerpel regresa con nuevas composiciones en las que lo tribal se funde con lo electrónico en una nueva experimentación sonora que coloca los sonidos tradicionales folclóricos en la pista de baile. Con todos nosotros, lo nuevo de King Coya.
Qué: Disco (ZZK)
«Un hechizero del futuro»: así se describe al argentino King Coya en el texto de presentación de su nuevo disco. Y es una definición precisa. En su nuevo álbum, el ex integrante de De la Guarda y Fuerza Bruta retoma el estilo propio que supo construir –fusión de folclore y música electrónica– y lo profundiza. Todo en el marco del sello ZZK Records, que supo forjar una marca sonora indeleble, a tal punto que sus propuestas musicales han originado la llamada «cumbia electrónica», con repercusión en todo el mundo.
Así, en estas nuevas canciones que mezclan ritmos andinos, folclóricos, trap, trip-hop, hip-hop, dub y, por supuesto, techno, King Coya se convierte en un DJ de la Pachamama. Y sus canciones son electro waynos y cumbias digitales compuestas de remixes y mashups que invitan a bailar hasta el amanecer.
Gabriel Kerpel cumple las funciones de DJ, productor y mezclador. De esa forma entreteje diferentes capas sonoras, las comprime y las dilata mediante efectos de reverbs, delays, teclados midi intercalados con instrumentos de viento norteños (sikus, pincuyo), percusión y guitarras criollas. El resultado es una verdadera licuadora de sonidos que se aprecia tanto en una escucha atenta con auriculares o en los altavoces de alguna fiesta posmoderna.
En este Tierra de King Coya dicen presente diferentes ritmos autóctonos latinoamericanos –buyerente colombiano, carnavalito argentino, copla– que se entrecruzan y digitalizan al ritmo del dancehall, uniendo sur y norte de la región con una impronta étnica y bailable similar a la de Chancha Via Circuito. También es importante la presencia de las voces femeninas invitadas, como La Yegros en Algo, La Walichera en Tierra de King Coya, Iara Nardi en Pachamá y Balvina Ramos en Pa que yo te cure, que aportan diferentes tonalidades y enriquecen las canciones.
De esta manera, King Coya, enfundado en su traje de cacique espacial, al estilo de un personaje de la película Total Recall (Desafío total en España y El vengador del futuro en Latinoamérica), construye un mundo en donde las cholas, los incas, los aymaras y los payadores pueblan las pistas de baile nocturnas y brillan en la oscuridad bajo luces fluorescentes.
En síntesis, se podría decir que estas nueve piezas de fusión componen un collage sonoro que hace volar por los aires las estructuras ya conocidas. Lo nuevo y lo viejo se unen para dar vida a un nuevo elemento: un folclore electrónico o una música electrónica folclorizada imposible de ignorar en las fiestas del Siglo XXI.
