La editorial Anagrama reedita El secreto de las fiestas. La novela, escrita por Francisco Casavella y publicada originalmente en 1996, narra la historia de Daniel Basanta, un raro de concurso al que mandan a vivir con su abuelo y sus dos tías a una aldea gallega.
Qué: Disco (edita Anagrama)
Daniel Basanta, también llamado Danielucho o Lucho como apelativo cariñoso, es raro. Así lo afirma en las primeras líneas de El secreto de las fiestas, escrita por Francisco Casavella. No deberían extrañarse ante semejante acepción, quizás sea la más normal de todas las que encontremos en esta novela, porque Danielucho también es hombretachán, pero este concepto forma parte de otros menesteres que el lector descubrirá unas líneas más adelante.
El secreto de las fiestas comienza con el verano más largo de un adolescente. El padre de Daniel, pianista que toca la trompeta en una orquesta, lo manda a una aldea gallega. Allí, su abuelo y dos solteronas que tiene por tías se encargarán de cuidarle durante la temporada estival. Sin embargo, el verano acaba y Daniel sigue allí, con las vacas tontas, los raros de manual y las curvas de la carretera.
Será durante la regencia gallega, que Danielucho descubra el secreto de las fiestas. Éste ha sido guardado cautelosamente por su abuelo Paco, el más raro de todos. Hay siete pautas para alcanzar la incógnita del culmen festivo y Danielucho deberá encontrarlas. Nadie dijo que fuera fácil ser el alma de la fiesta.
Francisco Casavella (Barcelona, 1963-2008) diseñó su propio mundo a través de sus novelas. Su trilogía El día del Watusi fue su obra más aclamada y conocida, pero también le acompañaron grandes títulos como Un enano español se suicida en Las Vegas (1997), Quédate (1993), El triunfo (1990) y, la que ahora nos acontece, El secreto de las fiestas (1997), que fue inicialmente un encargo juvenil y que en 2006 fue reformulada bajo una pluma más adulta.
Esta novela es, también, la más autobiográfica y es que Casavella fue un hombre-tachán como ya describiera en este libro: «El hombre-tachán busca divertirse porque sabe que el mundo ya está hecho, que no hay necesidad de estar haciéndolo todo el tiempo». Así que continúe la fiesta.