En su segundo álbum, Las Armas Bs. As., banda argentina de la ciudad de La Plata, ratifica el imaginario desplegado en su anterior trabajo: potentes riffs de guitarra, escenarios de carreteras y un sonido enraizado en la tradición clásica del blues.
Qué: Disco (Independiente)
En las nueve canciones de El camino no elegido, producido por Lucas Gregorini –quien también aportó teclados y se convirtió en el cuarto integrante de este trío rockero– el blues ocupa un lugar central. Aunque comparado con su anterior trabajo, Vol.1 (2015), cuenta con mayores sutilezas sonoras y una mejor grabación y mezcla.
En el álbum se entrecruzan sonidos garageros al estilo de los Black Keys, con guitarras acompasadas que solean en un trip valvular, y también sonidos que remiten a los Arctic Monkeys de la época de AM, como en La habitación.
Pero Las Armas Bs. As. también abre la puerta a otros ritmos poco explorados en sus canciones anteriores, como el soul, profundizando su interés por el groove de la música negra. Un claro ejemplo es Lo bueno de estar solo, que comienza con un efecto casi de música disco y no le teme al coqueteo con el glam-pop.
Además aparecen Elvis Presley –del que Ramiro «Mister» García Morete (voz y guitarra) es fanático–, y otras influencias como Creedence o la versión más eléctrica de Bob Dylan, que se hacen presentes en el disco mientras un Diddley Bow, instrumento casero emblema del blues norteamericano, entrelaza lo viejo y lo nuevo, lo clásico y lo moderno; arcilla sobre la cual el poderoso trío esculpe sus canciones.
Las líricas hablan de convites ruteros y excursiones por los caminos de la provincia de Buenos Aires. Así, El hit del momento, está inspirado en uno de los tantos casos de gatillo fácil para devolverle al rock su lugar contestatario y liberador, y El futuro es una mujer negra es de manera explícita un canto a la emancipación femenina.
De esta manera, El camino no elegido expone una vez más la riqueza y versatilidad de sonidos que pueblan las calles de la ciudad de La Plata, una usina inagotable de música; y muestra como un sonido tradicional como el blues puede resignificarse para actualizarse y pasar del sur de los Estados Unidos a las rutas bonaerenes, como sucede en Blues de la Calchaquí, dedicado a una importante arteria del sur del conturbado bonaerense.
Así lo explica el «Mister» en una entrevista al diario argentino Página/12: «Creemos en la tradición como algo vivo, no como algo de museo. El modo en que encaramos esos sonidos tradicionales puede tener hasta un sentido pop del blues, con un estribillo, por ejemplo. Cambia todo el universo en esos mismos tres acordes sobre los que cantaba un negro cosechando algodón en Misisipi».