Con elementos del género documental y recreaciones de ficción, llega a la cartelera española Testigo de otro mundo, película argentina inspirada en la experiencia de un solitario gaucho de La Pampa con los ovnis.
Qué: Película (estreno en España)
Los avistamientos de ovnis y la posibilidad de vida extraterrestre son temas que han despertado dudas y pasiones. Han alimentado a la industria del cine desde casi sus orígenes, con películas como The Day The Earth Stood Still (1951) o Close Encounters Of The Third Kind (1977). Este documental se enmarca dentro de este universo, para algunos científico, y para otros parte de la ciencia ficción o la fantasía.
La rareza de este filme, escrito y dirigido por Alan Stivelman y estrenado en Argentina el pasado mes de mayo, es su protagonista, Juan, un gaucho solitario que a los doce años vio un ovni. El hecho le dejó un trauma para siempre. Nunca lo entendió del todo. Su caballo se vio rodeado por luces de inexplicable origen. El cineasta, con la ayuda del científico y ufólogo Jacques Valée, intenta dilucidar el misterio.
La película mezcla elementos del género documental con recreaciones de ficción, como el momento exacto en el que Juan tuvo su «encuentro» con una extraña fuerza de otro mundo. También aportan su testimonio familiares, amigos y personas cercanas a Juan que comentan las consecuencias de dicha experiencia. Juan ya nunca sería el mismo.
Vallée, que trabajó para la NASA, Arpanet y dentro de la ufología es de los nombres de mayor peso, brinda un sustento teórico al asunto. Relaciona la vivencia de Juan con el movimiento de las estrellas y el cosmos. Todo está filmado con una riqueza visual notable, que le saca provecho a la geografía pampeana y a la desolación del campo para encontrar la belleza en los cielos y campos de la llanura.
«Si yo hubiera experimentado lo que vivió Juan, no sé que sería hoy de mi vida, probablemente hubiera enloquecido», reflexiona Stivelman en el sitio Web de la película. Este extraño documental no sólo recrea un fenómeno digno de la frase popular «creer o reventar»; más bien es una mirada sobre un otro que ha sufrido y un ejercicio de empatía permanente.
