Con Cena recalentada, el músico gallego Iván Ferreiro recupera el enorme legado de Golpes Bajos. En momentos en que los años ochenta son una de las fuentes de peces más recurridas, este proyecto atinado y necesario propone un nuevo concepto de disco homenaje.
Qué: Disco (Warner)
El gallego Iván Ferreiro nunca ha ocultado su devoción por Golpes Bajos. No es para menos, su influencia, aunque más emocional que en la forma, se intuye a lo largo de su carrera, ya sea como timonel de Los Piratas o en solitario. Dicha deuda la ha querido saldar con creces, y lo ha hecho con un nuevo concepto de disco homenaje. Uno donde la banda real ante la que se genuflexiona no solo le acompaña en la parte instrumental, sino que añade detalles puntuales a unos cortes que, por otro lado, no necesitaban de remedo o aditivo alguno.
Aun así, que sea el propio Pablo Novoa –miembro original de Golpes Bajos y músico de Ferreiro desde hace unos cuantos años– el máximo artífice en el lifting aplicado a monumentos del costumbrismo galaico como la titular del álbum, añade un plus de veracidad a esta colección de versiones. Para las mismas, también han podido dejar su sello Luis García y Teo Cardalda, los otros dos miembros vivos de la formación original, con momentazo incluido de este último en la revisión de Escenas olvidadas, en la que deja su sello en el imponente arreón eléctrico.
Por supuesto, aquí también hay mucho de valentía, porque intentar meterse en la voz del inigualable Germán Coppini no es poca broma. Y Ferreiro lo hace sin buscar la mimetización, sino bajo su propia dicción. Todo lo contrario no haría más que sacar a relucir la ausencia del tristemente malogrado músico fallecido en 2013, el cual seguro está gozando en los cielos de tan sincera oda a su herencia.
