Decidido a embarcarse hacia nuevos parajes sonoros, el valenciano Jorge Pérez –aka Tórtel– borra significantes atados a su profundo arraigo mediterráneo y ofrece en el flamante Las tres tormentas una sorprendente versión de sí mismo.
Qué: Disco (Intromúsica)
Al igual que lleva haciendo Abel Hernández desde hace más de dos décadas y recientemente Alberto Montero –con quien hace poco Tórtel compartía fuerzas en un generoso EP–, el valenciano, que también responde al nombre de Jorge Pérez, también está infectado por el virus del cambio constante.
En su caso, una inmersión en terreno electrónico altamente sugestiva, de tacto sumamente orgánico. Tal es el caso de hallazgos como Capa oscura, un corte donde la ley del menos es más es tomada al pie de la letra. Más allá de este tema y la decisión de hacer «arder las piedras», Las tres tormentas camina a paso lento sobre una comunión ideal entre los contornos sinte y el fraseo armónico de Jorge, arrastrado por un floreciente rastro de poesía naturalista.
En torno a dicho eje creativo, se yergue un disco que no rehuye del poso hipnagógico cocinado en sellos como Ghost Box, pero también por post-rockers de la generación perdida, tipo Pram. Esta clase de afinación ambient de la materia psicodélica queda patente en sueños cantados como Avance. Y es en canciones como esta última donde asistimos a la constatación del nacimiento de un creador sin aranceles con las corrientes predominantes. Uno absolutamente imbuido en pleno éxtasis, que con esta decena de planetas musicales nos arrastra para que orbitemos a su alrededor, vagos de buscar una salida que nos expulse de tan dichoso bucle dream pop.
