Tras haber sido el conductor de una banda fabulosa como Klaus & Kinski, Alejandro Martínez Moya –aka Alexanderplatz– nos cura el mono que supuso dicha pérdida con el flamante Muera usted mañana, en el que mantiene a flor de piel sus constantes creativas.
Qué: Disco (Jabalina)
Ha pasado demasiado tiempo desde que Klaus & Kinski se despedía de todos nosotros. Sin embargo, Alejandro Martínez ha mantenido las constantes creativas a flor de piel. No hay más que abrir la portezuela que nos lleva a Alexanderplatz, su excelsa resurrección, para la cual no ha escatimado en minutaje, canciones y, sobre todo, litros de inspiración marca de la casa.
Alejandro no nos lleva a engaño: sus intereses son los mismos de siempre, aunque es verdad que ha reducido eco shoegaze en función de una mayor claridad de los marcos melódicos. Lo que sí arrecia más fuertemente es su devoción por la maquinaria analógica, sin olvidar ciertos pespuntes slowcore y su amor por la cara más kosmische del krautrock, como en esa delicatesen ambient a lo Klaus Schulze que es La vergüenza es el orgullo del mañana.
Por supuesto, intentar abarcar el carrusel de estilos desplegados en un disco de Alejandro se hace tan absurdo como no querer perderse en sus historias de costumbrismo vainiquero. Letras que, como en El puño y el corazón o en La piedra en el cráneo, recuerdan que su habilidad para conjugar existencialismo pop con dotes de trovador está a la altura de pesos pesados en esta materia como Antonio Galvañ.
El viaje es largo pero, no por ello, se hace pesado. Todo lo contrario, es llegar al final y darnos cuenta que habrá que rezar por seguir recibiendo ofrendas pop de tal enjundia. Una clásico de nuestro tiempo. De todos los tiempos.
