El escritor peruano Gustavo Rodríguez presenta Madrugada, una tragicomedia demoledora en forma de novela que con humor e ingenio reflexiona sobre el rol actual de la mujer en Sudamérica.
Qué: Disco (edita Alfaguara)
Dos años después de la novela juvenil, Te escribí mañana, Gustavo Rodriguez vuelve al fango del Perú con Madrugada, una novela coral que narra la tragedia humana con un humor irreverente; algo que queda claro ya desde esa portada oscura con el contorno iluminado por luces de neón de un Travolta danzante. Es que Madrugada es eso: luz y oscuridad, o mejor, oscuridad y luz.
La novela cuenta la historia de los Ríos, una familia disfuncional limeña con una gran mamá, ya anciana, y sus tres hijos varones, tan vinculados por la sangre como distintos entre sí. Aunque la protagonista es Trinidad, casualmente, un apéndice de la familia; ella es la hija ignorada de Danny, quien con treinta años sale en busca de un padre que no conoce ya que necesita un trasplante para sobrevivir a una enfermedad producida por la contaminación de mercurio.
Ese sería el argumento principal. Después están las disfunciones familiares, que se despliegan como brazos de un río. Entre ellas, la principal, la de Danny de los Ríos, el cantante de versiones de los Bee Gees, que, a punto de encontrar la esperada y efímera fama, se cruza con Trinidad. Hay en la figura de Danny, el padre que evita ser padre, el imitador de una banda del pasado, un correlato con el Perú, con Sudamérica, en donde siguen sonando temas de otro tiempo: el machismo, la violencia, el racismo, el prejuicio (o envenenamiento) de clase.
De eso habla la novela, ahí pone el dedo Rodríguez y da un testimonio descarnado de su Perú natal. En Madrugada el autor le pone voz al cholo, escribe sobre el hombre común, como hacía su compatriota, el gran Juan Ramón Ribeyro, con una prosa llena de ironía y musicalidad, sacando brillo en la sonoridad tan real de sus diálogos. Aunque lo correcto sería decir que Rodríguez escribe sobre la mujer común, ¿o acaso la resistencia de Trinidad no encarna el lugar de la mujer común hoy en Sudamérica?
Por más que la voz de Danny no suene como la de Barry Gibs, no es casualidad que haga versiones de los Bee Gees, cuyo tema más icónico parece hablarle directo a Trinidad y su instinto de supervivencia; una mujer que tiene como misión, justamente, mantenerse con vida, algo que se repite como el estribillo de la canción. Si bien el autor narra sucesos terribles, hay en la novela un dejo de esperanza. Pareciera que para Rodriguez no todo estuviera perdido: a final de cuentas, después de la madrugada siempre viene el amanecer y sale otra vez el sol.
Madrugada es una novela adictiva, que moviliza y roba más de una sonrisa, como un hit de los Bee Gees. Gustavo Rodriguez Vela (Lima, 1968) es escritor y comunicador. Es autor del libro de cuentos Trece mentiras cortas y ha publicado, entre otras, las novelas La furia de Aquiles, La risa de tu madre (finalista del Premio Herralde), La semana tiene siete mujeres, Cocinero en su tinta, República de La Papaya y Te escribí mañana.