Una colección de grabaciones primigenias da cuenta del estado de la canción latinoamericana a finales de la segunda década del Siglo XXI. El resultado funciona como acto de presentación del colectivo Núcleo Distante.
Qué: Disco (Núcleo Distante)
La primera década del nuevo milenio descubrió una nueva generación de cancionistas latinoamericanos que, despojados de cualquier etiqueta obvia y posible, apostaron por una idea sonora que abrigaba todas las músicas populares posibles. Aquellos que en sus orígenes mamaron del rock se acercaron con asombro a las tradiciones nacionales, y quienes primero abrevaron en los diferentes sonidos del folclore, abordaron con entusiasmo la electricidad y la electrónica. El tránsito entre décadas fue testigo de encuentros internacionales e intergeneracionales en diferentes países de la región, e incluso en España.
La celebración de la canción en festivales de dedicación exclusiva como Viva la Canción, en España, y el FICIB en Colombia, proyectos y ciclos de conciertos como Canciones Compartidas y Otra Canción, en Argentina; y giras continentales como La Caravana Americana, impulsada por el cancionista gallego Xoel López, propiciaron descubrimientos y reconocimientos entre colegas, artesanos del oficio de crear canciones, quizás con una consiga en común única: todos los caminos creativos para dar forma a ese artefacto mágico y misterioso llamado canción son válidos, y de paso, revelaron una nueva era de la canción iberoamericana.
Pero también la tecnología jugó un papel crucial: plataformas ya caducas como MySpace y las redes sociales vigentes acercaron a los artistas, despertaron admiraciones e hicieron posibles encuentros digitales, primero, y presenciales, después, definiendo, además, un circuito continental que se extendía desde Buenos Aires hasta Ciudad de México, atravesando los Andes e, incluso, el Atlántico.
Ahora, la creación colectiva más reciente de encuentros entre cancionistas se llama Notas de voz: Canciones que nos enviamos en nuestro grupo de Wasap, presentación formal del colectivo multinacional Núcleo Distante. Concebido inicialmente como un podcast en donde el mexicano El David Aguilar y el venezolano Ulises Hadjis conversan en profundidad sobre la canción como artefacto estético y social, poco a poco se fue transformando en un encuentro creativo que dio pie a las Fiestas Distantes, conciertos en el Depa de los Plebes y, finalmente, en un colectivo continental con cancionistas de México, Venezuela, Argentinal, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Panamá, Perú y Uruguay.
Así, Notas de voz: Canciones que nos enviamos en nuestro grupo de Wasap, es el la materialización del trabajo de Núcleo Distante. La apertura de un canal de comunicación para criticar, con respeto y sin piedad, los bocetos de canciones que los artistas del grupo se animan a compartir con sus colegas, fue decantando la idea de compartir con el público los frutos de dicho ejercicio crítico. Y el resultado es un disco de veintidós canciones primigenias, casi maquetas, inéditas en su mayoría, que fueron compartidas, primero, en el núcleo del Núcleo Distante.
De esta manera, cancionistas experimentados como Franny Glass, Loli Molina, Andrés Correa, Carlos Méndez, Ezequiel Borra, Lucio Mantel, Pamela Rodríguez, Gaby Moreno y Alejandro y María Laura, junto a los artífices Aguilar y Hadjis, se entrelazan con nuevas voces como la de Silvana Estrada, La Lá, Ainda Dúo, Florencia Nuñez, Tó Brandileone, Ampersan, Andrés Landón y Augusto Bracho, entre otros, y ofrecen un fresco potente y diáfano de la canción latinoamericana, tal como la ilustración de la portada del disco, obra del prestigioso ilustrador argentino Liniers.
Al tratarse de grabaciones caseras, hechas con dispositivos móviles, el clima acústico se impone sobre bases de guitarras o pianos pero, lejos de obtener una uniformidad sonora, revela la diversidad de músicas e influencias que han construido una nueva canción. Voces y estilos personales que exponen episodios existencialistas y cotidianos, mediante juegos de palabras en clave de bolero, ranchera, bossa, trova, pop o hip-hop, apelan al nervio melódico de leyendas universales como Nick Drake, John Lennon, Luis Alberto Spinetta, Björk, Fernando Cabrera, Silvio Rodríguez, Chico Buarque, Rubén Blades, Elvis Costello, Paul Weller, Caetano Veloso, Andrés Calamaro y Radiohead, para revalidar que el cancionismo latinoamericano contemporáneo es grande y no conoce de ningún tipo de fronteras.