«Estaba enojada –canta la argentina Marilina Bertoldi en el comienzo de su nuevo disco–: ahora estoy preparada». ¿Lo que suena? Un rock cargado de libido y swing que, visto con cierta perspectiva, podríamos llamar funk.
Qué: Disco (Pelo Music)
Si ponemos la mano sobre nuestra frente como una visera, vamos a verla. Ahí viene Marilina Bertoldi: recortada contra la puesta del sol, surfeando el presente como si fuera una ola. Para los más desprevenidos, los premios y nominaciones para su disco anterior Sexo con modelos (Latin Grammy, Gardel, etc.) parecían una culminación… pero eran solo una antesala. «Estaba enojada –canta en el comienzo de su nuevo disco–: ahora estoy preparada».
Desde su propio título, Prender un fuego arma una constelación. Desde el clásico To Build A Fire de Jack London hasta algunos beats de Michael Jackson, pasando por su compatriota Indio Solari y Técnicas para hacer fuego, del uruguayo Franny Glass. El centro de su universo, sin embargo, es la propia Marilina. Su música, sus letras e incluso su audio son todo lo confiados, seductores y autoindulgentes que necesita una estrella.
El disco, en ese aspecto, tiene un sentido pleno y urgente del pop, pero no cede un milímetro. La propia Bertoldi y Brian Taylor no solo se ocupan de producir las once canciones, sino que –excepto las baterías de Guille Salort– tocan todo lo que suena: guitarras, bajos, sintes, teclados, programaciones. ¿Lo que suena? Un rock cargado de libido y swing que, si no fuera por toda esa rabia desatada, bien podríamos llamar funk.
