El escritor mexicano Álvaro Enrigue publica Ahora me rindo y eso es todo, una novela inclasificable que reconstruye un pueblo perdido y en su reconstrucción retrata un presente sombrío.
Qué: Libro (edita Anagrama)
Después de Muerte súbita (Premio Herralde 2013), el escritor mexicano Álvaro Enrigue vuelve a la novela con Ahora me rindo y eso es todo, una obra inclasificable, mezcla de western mexicano, novela histórica –y política–, ensayo y crónica de viaje. Todo le cabe a un libro que habla sobre el olvido de muchos pero también, y sobre todo, del honor de pocos.
El libro está dividido en tres partes (Janos, 1836; Álbum y Aria) que abordan tres planos narrativos y que, en una estructura no lineal, se combinan hasta fundirse. Por un lado está la historia del secuestro de Camila de su tierra allá por 1836 y su posterior búsqueda a través de un grupo de rescate encabezado por el teniente coronel Zuluaga. Por el otro, la reconstrucción de Apachería («el país borrado»), ese territorio olvidado, ese pueblo apache oprimido tanto por los mexicanos como por los norteamericanos, que sucumbió hasta extinguirse a finales del Siglo XIX. Y, por último, la historia del narrador que busca reconstruir la historia de los apaches, que investiga el mito de Gerónimo mientras viaja con su familia por Estados Unidos.
La frase que da el nombre al título es la despedida del legendario apache Gerónimo («el indio que, finalmente, perdió el último combate en América») antes de entregarse. Es la frase de un indio perseguido, que vivió entre dos abismos: el pasado y el futuro; una figura omnipresente a la que le tocó estar fuera de su tiempo, o mejor, encima de su tiempo.
Y de esa cita parte Enrigue para contar la historia de un país que dejó de ser y de los otros que son. Así, el autor emprende un viaje tan ambicioso como fructífero que rememora el país borrado con detalle minucioso, pero a la vez, explica parte de la historia reciente (y violenta) de los dos países que lo rodeaban y lo exprimieron como paredes que se comprimen hasta tocarse. No hay presente que no cruce el pasado, parece decir el autor.
Ahora me rindo y eso es todo, como la cita de Gerónimo, narra una derrota silenciosa: la de una identidad. A fin de cuentas, y parafraseando a Enrigue, tal vez todos fuimos alguna vez nómadas y felices, pero alguien nos encadenó a la historia.
Álvaro Enrigue (Guadalajara, 1969) es un escritor y periodista mexicano. Escribió los libros de cuentos Virtudes capitales, Hipotermia y Un samurái ve el amanecer en Acapulco; y las novelas La muerte de un instalador, El cementerio de sillas, Vidas perpendiculares, Decencia y Muerte súbita. Ahora me rindo y eso es todo es su novela más reciente.