Tras haberse labrado al frente de Standstill una carrera tendente a la épica, Enric Montefusco, el que fuera cabeza de león del grupo catalán, prosigue su investigación musical a través de su segundo álbum en solitario.
Qué: Disco (El Segell)
A cada disco que pasaba con Standstill, si una cosa fue quedando clara es que el formato canción al uso poco le interesaba ya a Enric Montefusco. Siguiendo la línea abierta por el último disco del grupo catalán, Enric se lanza en su segundo envite en solitario contra los consensos de la canción pop. Curiosamente, en este segundo álbum propone una especie de enrarecimiento de la canción popular.
De Quien abre camino a La primavera, enfatiza el poso poético de su palabra. Su compromiso cada vez está más claro sibilino: refundar la tradición de la música española de estilos ajenos al pop. No es nada casual que en un corte de mangas tan sembrado como Himno de Europa haya algún deje vocal de copla, e incluso el acercamiento de lleno a la exaltación operística.
Siempre nadando en progresión ascendente desde un heterodoxo trazado folk, rico en matices, Enric se vuelve a apoyar en una formación tan solvente como la conformada por Pere Jou, Jaime del Blanco, Ramón Rabinad y David Soler. A partir de esta base, las canciones van creciendo desde una perspectiva abierta a géneros desempolvados del cuarto de los trastos viejos. Lo que se entiende como una mirada atemporal, sin prejuicios, que no anda tan lejos de intocables como Vainica Doble y Franco Battiato.