La octava edición del festival de espíritu más integrador de Brasil, El Mapa de Todos, refuerza su ADN resistiendo a los tiempos oscuros que atraviesa el país y se acerca a sus vecinos de Uruguay y Argentina.
Qué: Festival de música iberoamericana
Cuándo: 7 y 8 de mayo
Dónde: Porto Alegre (Theatro São Pedro)
El festival El Mapa de Todos nació en Brasília en 2008 pero ya en su segunda edición se trasladó de la capital federal de Brasil a la metrópoli más austral del país. A lo largo de los años, Porto Alegre demostró ser un hogar excelente para la propuesta de integrar los pueblos latinoamericanos a través de la música y también para el acercamiento a los vecinos argentinos y uruguayos.
Algunas ediciones llegaron a tener cinco días de duración pero la octava que comienza ahora es más pequeña: serán dos noches en el centenario Theatro São Pedro. Sin embargo, sigue vigente la misión de unir mundos que parecen distantes. Así el baile urbano con aires amazónicos de la paraense Keila (ex-Gang do Eletro) será precedido en la última noche por el folk melódico y más tradicional de la argentina Sofía Viola y sucedido por el indie pop del trío Tuyo.
Paola Kirst
Por su parte, la primera jornada de El Mapa de Todos ofrece diferentes lecturas de milongas, murgas y otros ritmos del universo regional, a cargo de los uruguayos Cuarteto Ricacosa y del brasileño Gilberto Monteiro, acompañados de la particular y virtuosa MPB de Paola Kirst & Kiai Grupo.
No es sorpresa que muchos de dichos artistas reivindiquen la identidad y la resistencia cultural, ambos conceptos vinculados desde siempre al festival. Pero actualmente, con un presidente del país demonizando a la cultura y a los artistas como nunca, esto se vuelve más necesario que nunca.
Lamentablemente El Mapa de Todos –y otros festivales de Brasil– se han encontrado con muchos de sus canales de apoyo y financiación cerrados o reducidos. Pero eso no le quita las ganas a su fundador Fernando Rosa de entregar una edición más, quizás la más combativa hasta el momento. Los gobiernos pasan, pero el arte no.