Se publica en Perú Y nosotros ké? Hacia el global colapso, de Pedro Grijalva, un libro indispensable de más de quinientas páginas que narra la frenética y delirante historia de Eutanasia, la primera banda que se reconoció como punk en la escena peruana.
Qué: Libro (edita Muki Records)
Aunque formó parte de la segunda generación de bandas de la llamada «movida subterránea» que surgió en la Lima caótica y colapsada de la segunda mitad de la década de los ochenta, Eutanasia fue la agrupación más radical y beligerante de toda aquella escena, que nació oficialmente en 1983 con la fundación de Leusemia y el lanzamiento de la primera maqueta de Narcosis (Guerrilla Urbana, Autopsia y Zcuela Cerrada son las otras tres agrupaciones «subtes» que pertenecieron a esa camada inicial).
Eutanasia, además, fue la primera en asumirse abiertamente como «punk», una etiqueta de la que las primeras agrupaciones «subtes», huían como si se tratara de la peste, pese que a su sonido y su estética remitieran de manera bastante evidente a los Ramones o a los ubicuos referentes británicos del 77.
«Eutanasia es una banda que sobresalió dentro de la segunda hornada de grupos subterráneos. En 1985 aparecieron muchas bandas, pero la que más perduró, hizo más presentaciones y tuvo más seguidores fue, sin duda, Eutanasia», afirma Pedro Grijalva, autor de Y nosotros ké? Hasta el global colapso 1985-2015, un volumen de más de quinientas páginas consagrado a contar la historia de la banda a través de las voces de todos los músicos que alguna vez pasaron por el conjunto surgido en 1985, entre los que se puede destacar a Mario Mendoza (entonces conocido como Mario Tifoidea), que luego viajaría a España para fundar junto al también peruano Jorge Revilla –el inolvidable Cocó Ciëlo, asesinado cruelmente en Madrid en setiembre de 2008– los influyentes dúos Silvania y Ciëlo.
Más allá de haber lanzado tan solo una maqueta (como se conocía entonces a los demos que las bandas editaban de manera rigurosamente artesanal y autogestionada), el clásico Sentimiento de agitación (1986-1990), la importancia de esta banda puede ser ponderada también en la ominosa influencia que su música ejerció en todos los grupos anarcopunks que aparecieron en Lima tras el cierre de El Hueko, una suerte de casa okupa ubicada cerca del centro de Lima donde vivían los integrantes de Eutanasia y se organizaban conciertos, talleres y otras actividades.
«Los Eutanasia se reconocían como punks, lucían como punks, se vestían como punks… El Hueko fue una especie de squat en la que ellos vivían», explica Grijalva, ex integrante de Sociedad de Mierda (otra de las agrupaciones que integraron la segunda generación subterránea, responsables de la más furibunda de sus diatribas: Púdrete pituco).
El autor es también un inveterado coleccionista de memorabilia «subte», y ha volcado en el libro buena parte de su archivo de flyers para conciertos, fanzines, fotografías y portadas de maquetas, lo que hace de Y nosotros ké? un libro doblemente valioso: además de narrar una historia breve pero intensa y apasionante que merece ser conocida más allá de las fronteras peruanas, rescata una iconografía y una estética que a la larga, terminaron siendo tan importantes e influyentes como la música que las inspiró.