Tras cuatro años de espera, Ricardo Vicente vuelve a la acción con A lo mejor yo te gusto, su álbum más cromático hasta la fecha, en el que se ha exprimido para dar lo mejor de sí a través de una decena de canciones con vida propia.
Qué: Disco (Intromúsica)
Con el rock melódico como timón de sus temas, Ricardo Vicente retorna con un nuevo botín, donde los paralelismos con el Nacho Vegas de principios de Siglo XXI son un punto de apoyo pivotal. Así es en Cuando Louis conoció a Papillon, una de las grandes bazas incluidas en este álbum. El mismo que también contiene la fabulosa Freddy Mamani y los castillos ambulantes, inspirada en el ensoñador arquitecto boliviano.
Pop arquitectónico en perfecta sintonía con duetos de amor como la aflamencada No me vayas a engañar, uno de los tres cortes donde hace acto de presencia María José Llergo; sin duda, uno de los alicientes más excitantes de estas canciones labradas desde tantas perspectivas diferentes como hermanadas por la sentida expresividad de un cancionero, siempre, hilado con el sentimiento a flor de piel y la panorámica abierta a toda clase de soluciones.
Ya sea desde el folclore a tumba abierta de Uno de los cuatro muleros o en el pop atmosférico, en plan The Jesus & Mary Chain, de Llamemos a un guardia, Ricardo Vicente se destapa como un más que interesante equilibrista entre la tradición folk y el rock de traje largo. Una apuesta sin el más mínimo desperdicio.
