Después de haber sorprendido con su disco de debut en 2016, la brasileña Labaq publica en España Lux, su segundo álbum, un trabajo bello y osado que la sitúa entre los grandes nombres femeninos del indie mundial.
Qué: Disco (Raso)
Voa, la placa de debut de Larissa Baq, fue un disco que llevó a su alter ego creativo, Labaq, a girar por quince países. Así, su sucesor Lux, que ahora se edita en España, cargaba con la responsabilidad de corresponder a las altas expectativas generadas después de más de doscientos cincuenta shows.
Y la verdad es que las atiende y hasta las supera: Lux es un álbum delicado pero para nada blando. Minimalista, su sonoridad confía en los ambientes conducidos más por el silencio y por las melodías vocales que por los instrumentos. Las percusiones electrónicas y los teclados, predominantes en los arreglos, son detalles que colaboran para crear el ambiente que ya permitió definir su música como «un punto común entre Björk y Caetano Veloso».
Una definición que no es desacertada si pensamos en el Caetano de Araçá azul (1973). Pero la música de Labaq no es impenetrable; puede, incluso, ser pop: basta escuchar Glow y 0 Zero Likes para comprobarlo. Incluso más allá de piezas sueltas, cuando se escucha el disco completo –una experiencia que es mejor cuando se presta atención a las letras, cantadas en español, portugués e inglés– es fácil percibir que, artísticamente, la brasileña que ahora vive en Portugal está en el mismo nivel de otras creadoras celebradas del universo indie, como Julia Holter o St. Vincent, por mencionar solo un par. Vaya responsabilidad le espera a Lebaq con su tercer disco. Por ahora, disfrutemos de los claroscuros de Lux.